Prácticas del Lenguaje _ 3° año
BIENVENIDOS A PRÁCTICAS DEL LENGUAJE DE TERCER AÑO
A modo de diagnóstico, y de plan de contingencia, se presentan las siguientes actividades para todos los alumnos de tercer año de la EEES 7
- Anticipación de la lectura
¿Qué me propone el título ‘’Amigos por el viento’’? Pensar en posibles palabras, expresiones, situaciones o procesos posibles de los cuales hable la lectura. Has una lista con lo que te surja.
- ¡Ahora sí!
Consigna: Leer con atención el cuento “Amigos por el viento” de Liliana Bodoc y luego realizar las actividades correspondientes a su lectura.
- COMPRENSION LECTORA:
- ¿Con quién vive la protagonista?
- ¿Qué acontecimiento importante se va a celebrar en su casa?
- ¿Por qué se siente molesta?
- ¿Qué sentimientos comunes comparte con Juanjo?
- ¿Cómo termina la lectura?
- EL NARRADOR
El relato presenta un narrador en primera persona protagonista. Extraer un ejemplo del mismo y copiarlo a tu carpeta (No vale, ni corresponde sacar el ejemplo de los diálogos)
- El tema del PREJUICIO está presente en el cuento. Justificar esta temática teniendo en cuenta la idea que se hace la protagonista con respecto a Juanjo. (Con tus palabras)
- Determinar:
El espacio: lugar de la acción
El tiempo: pasado, presente, futuro.
Con un fragmento copiado del texto
- Completar:
- Me pongo en el lugar de Juanjo: Escribo como si fuera Juanjo, los pensamientos que pudiera tener antes de ir a la casa de la novia de su papá, teniendo en cuenta que se iba a encontrar con una muchacha de su edad. Recuerda usar la primera persona en singular.
- Clasificar las siguientes palabras según sean: sustantivos comunes, adjetivos calificativos y verbos conjugados.
Asombrosas, sirenas, esperaba, llaman, copa, parecen, supremo, estómago.
- ¿Qué otro personaje aparece que “parece” entender a la protagonista?
- Explicar con tus palabras, de un modo sencillo, los dos primeros párrafos del cuento.
- Has una pequeña reseña de la biografía de la autora, para conocerla mejor.
AMIGOS POR EL VIENTO - LILIANA BODOC
A veces, la vida se comporta como un viento: desordena y arrasa. Algo susurra pero no se le entiende. A su paso todo peligra; hasta lo que tiene raíces. Los edificios, por ejemplo. O las costumbres cotidianas.
Cuando la vida se comporta de ese modo, se nos ensucian los ojo con los que vemos. Es decir, los verdaderos ojos. A nuestro lado, pasan papeles escritos con una que creemos reconocer. El se mueve mas rápido que las horas. Y lo peor es que nadie sabe si, alguna vez, regresara la calma.
Cuando la vida se comporta de ese modo, se nos ensucian los ojo con los que vemos. Es decir, los verdaderos ojos. A nuestro lado, pasan papeles escritos con una que creemos reconocer. El se mueve mas rápido que las horas. Y lo peor es que nadie sabe si, alguna vez, regresara la calma.

Así ocurrio el día que se papá se fue de . La vida se nos transformó en viento casi sin dar aviso. Yo recuerdo la puerta que se cerró detras de su sombra y sus valijas. También puedo recordar la ropa reseca sacudiéndose al sol mientras mamá cerraba las ventanas para que, adentro y adentro, algo quedara en su sitio.
– Le dije a Ricardo que viniera con su hijo. ¿Qué te parece?
– Me parece bien – mentí.
– Me parece bien – mentí.
Mamá dejó de pulir la bandeja, y me miró:
– No me lo estás deciendo muy convencida…
– Yo no tengo que estar convencida.
– ¿Y eso que significa? – preguntó la mujer que más preguntas me hizo en mi vida.
– Yo no tengo que estar convencida.
– ¿Y eso que significa? – preguntó la mujer que más preguntas me hizo en mi vida.
Me vi obligada a levantar los ojos del libro:
– Significa que es tu cumpleaños, y no el míó – respondí.
La gata salió de su canasto, y fue a enredarse entre las piernas de mamá.
Que mamá tuviera novio era casi insoportable. Pero que ese novio tuviera un hijo era una verdadera amenaza. Otra vez, un peligro rondaba mi vida. Otra vez había viento en el horizonte.
Que mamá tuviera novio era casi insoportable. Pero que ese novio tuviera un hijo era una verdadera amenaza. Otra vez, un peligro rondaba mi vida. Otra vez había viento en el horizonte.
– Se van a entender bien – dijo mamá -. Juanjo tiene tu edad.
La gata, único ser que entendía mi desolación, salto sobre mis rodillas. Gracias, gatita buena.
Habían pasado varios años desde aquel viento que se llevó a papá. En casa ya estaban reparados los daños. Los huecos de la biblioteca fueron ocupados con nuevos libros. Y hacía mucho que yo no encontraba gotas de llanto escondidas en los jarrones, disimuladas como estalactitas en el congelador, disfrazadas de pedacitos de cristal. «Se me acaba de romper una copa», inventaba mamá, que, contal de ocultarme su tristeza, era capaz de esas y otras asombrozas hechicerías.
Habían pasado varios años desde aquel viento que se llevó a papá. En casa ya estaban reparados los daños. Los huecos de la biblioteca fueron ocupados con nuevos libros. Y hacía mucho que yo no encontraba gotas de llanto escondidas en los jarrones, disimuladas como estalactitas en el congelador, disfrazadas de pedacitos de cristal. «Se me acaba de romper una copa», inventaba mamá, que, contal de ocultarme su tristeza, era capaz de esas y otras asombrozas hechicerías.
Ya no había huellas de viento ni de llantos. Y justo cuando empezábamos a reírnos con ganas y a pasear juntas en bicicleta, apareciá un tal Ricardo y todo volvía a peligrar.
Mamá sacó las cocadas del horno. Antes del viento, ella las hacía cada domingo. Despues pareció tomarle rencor a la receta, porque se molestaba con la sola mención del asunto. Ahora, el tal Ricardo y su Juanjo habían conseguido que volviera a hacerlas. Algo que yo no pude conseguir.
Mamá sacó las cocadas del horno. Antes del viento, ella las hacía cada domingo. Despues pareció tomarle rencor a la receta, porque se molestaba con la sola mención del asunto. Ahora, el tal Ricardo y su Juanjo habían conseguido que volviera a hacerlas. Algo que yo no pude conseguir.
– Me voy a arreglar un poco – dijo mamá mirandose las manos. – Lo u´nico que falta es que lleguen y me encuentren hecha un desastre.
– ¿Qué te vas a poner? – le pergunté en un supremo esfuerzo de amor.
– El vestido azul.
– ¿Qué te vas a poner? – le pergunté en un supremo esfuerzo de amor.
– El vestido azul.
Mamá salió de la cocina, la gata regresó a su canasto. Y yo me quedé sola para imaginar lo que me esperaba.
Seguramente, ese horrible Juanjo iba a devorar las cocadas. Y los pedacitos de merengue quedarián pegados en los costados de su boca. También era seguro que iba a dejar sucio el jabón cuando se lavara las manos. Iba a hablar de su perro con tal de desmerecer a mi gata.
Pude verlo por mi casa transitando con los cordones de las zapatillas desatados, tratando de anticipar la manera de quedarse con mi dormitorio. Pero, aún más que ninguna otra cosa, me aterró la certeza de que sería uno de esos chicos que en vez de hablar, hacen ruidos: frenadas de autos, golpes en el estómago, sirenas de bomberos, ametralladoras y explosiones.
Seguramente, ese horrible Juanjo iba a devorar las cocadas. Y los pedacitos de merengue quedarián pegados en los costados de su boca. También era seguro que iba a dejar sucio el jabón cuando se lavara las manos. Iba a hablar de su perro con tal de desmerecer a mi gata.
Pude verlo por mi casa transitando con los cordones de las zapatillas desatados, tratando de anticipar la manera de quedarse con mi dormitorio. Pero, aún más que ninguna otra cosa, me aterró la certeza de que sería uno de esos chicos que en vez de hablar, hacen ruidos: frenadas de autos, golpes en el estómago, sirenas de bomberos, ametralladoras y explosiones.
– ¡Mamá! – grité pegada a la puerta del baño.
– ¿Que pasa? – me respondió desde la ducha.
– ¿Cómo se llaman esas palabras que parecen ruidos?
– ¿Que pasa? – me respondió desde la ducha.
– ¿Cómo se llaman esas palabras que parecen ruidos?
El agua caía apenas tibia, mamá intentaba comprender mi pregunta, la gata dormía y yo esperaba.
– ¿Palabras que parecen ruidos? – repitió.
– Sí. – Y aclaré -: Plum, Plaf, Ugg…
– Sí. – Y aclaré -: Plum, Plaf, Ugg…
¡Ring!
– Por favor – dijo mamá -, estan llamando.
No tuve más remedio que abrir la puerta.
– ¡Hola! – dijeron las rosas que traía Ricardo.
– ¡Hola! – dijo Ricardo asomado detrás de las rosas.
– ¡Hola! – dijo Ricardo asomado detrás de las rosas.
Yo mira a su hijo sin piedad. Como lo había imaginado, traía puesta una remera ridícula y un pantalón que le quedaba corto.
Enseguida, apareció mamá. Estaba tan linda como si no se hubiese arreglado. Así le pasaba a ella. Y el azul les quedaba muy bien a sus cejas espesas.
Enseguida, apareció mamá. Estaba tan linda como si no se hubiese arreglado. Así le pasaba a ella. Y el azul les quedaba muy bien a sus cejas espesas.
– Podrían ir a escuchar música a tu habitación – sugirió la mujer que cumplía años, deseperada por la falta de aire. Y es que yo me lo había tragado todo para matar por asfixia a los invitados.
Cumplí sin quejarme. El horrible chico me siguió en silencio. Me senté en una cama. Él se sentó en la otra. Sin dudas, ya estaría decidiendo que el dormitorio pronto sería de su propiedad. Y yo dormiría en el canasto, junto a la gata.
No puse música porque no tenía nada que festejar. Aquel era un día triste para mí. No me pareció justo, y decidí que también él debía sufrir. Entonces, busqué una espina y la puse entre signos de preguntas:
No puse música porque no tenía nada que festejar. Aquel era un día triste para mí. No me pareció justo, y decidí que también él debía sufrir. Entonces, busqué una espina y la puse entre signos de preguntas:
– ¿Cuánto hace que se murió tu mamá?
Juanjo abrió grandes los ojos para disimular algo.
– Cuatro años – contestó.
Pero mi rabia no se conformó con eso:
– ¿Y cómo fue? – volví a preguntar.
Esta vez, entrecerró los ojos.
Yo esperaba oír cualquier respuesta, menos la que llegó desde su voz cortada.
Yo esperaba oír cualquier respuesta, menos la que llegó desde su voz cortada.
– Fue… fue como un viento – dijo.
Agaché la cabeza, y dejé salir el aire que tenía guardado. Juanjo estaba hablando del viento, ¿sería el mismo que pasó por mi vida?
– ¿Es un viento que llega de repente y se mete en todos lados? – pregunté.
– Sí, es ese.
– ¿Y también susurra…?
– Mi viento susurraba – dijo Juanjo -. Pero no entendí lo que decía.
– Yo tampoco entendí. – Los dos vientos se mezclaron en mi cabeza.
– Sí, es ese.
– ¿Y también susurra…?
– Mi viento susurraba – dijo Juanjo -. Pero no entendí lo que decía.
– Yo tampoco entendí. – Los dos vientos se mezclaron en mi cabeza.
Pasó un silencio.
– Un viento tan fuerte que movió los edificios – dijo él -. Y éso que los edificios tienen raíces…
Pasó una respiración.
– A mí se me ensuciaron los ojos – dije.
Pasaron dos.
– A mí también.
– ¿Tu papá cerró las ventanas? – pregunté.
– Sí.
– Mi mamá también.
– ¿ Por qué lo habrán echo? – Juanjo parecía asustado.
– Debe de haber sido para que algo quedara en su sitio.
– ¿Tu papá cerró las ventanas? – pregunté.
– Sí.
– Mi mamá también.
– ¿ Por qué lo habrán echo? – Juanjo parecía asustado.
– Debe de haber sido para que algo quedara en su sitio.
A veces, la vida se comporta como el viento: desordena y arrasa. Algo susurra, pero no se le entiende. A su paso todo peligra; hasta aquello que tiene raíces. Los edificios, por ejemplo. O las costumbres cotidianas.
– Si querés vamos a comer cocadas – le dije.
Porque Juanjo y yo teníamos un viento en común. Y quiza ya era tiempo de abrir las ventanas.
¿De que tercero es?
ResponderEliminarBuenas tardes!!! Es para todos los terceros la misma tarea.
EliminarHola! Sí. Para todos los 3eros. Mí email es rvrobledo20111@yahoo.com.ar
EliminarHola,buenas tarde solo hay tarea de práctica de lenguajes y de artística para 3 año?
ResponderEliminarBuenas noches, la tarea se esta subiendo en la página a medida que los profesores la acercan. Creemos que para el miércoles quizás ya esté todo cargado. Paciencia, por favor!!
EliminarHola disculpa q la moleste necesito el nombre de la editorial del libro Amigos por el viento por favor
EliminarEs de Alfaguara. De todos modos es el texto que figura en esta misma página, no es necesario que lo compres ni que lo bajes.
EliminarAnte cualquier duda dejo otro mail de contacto.
Savino721@hotmail.com.
saludos.
La tarea es para ambos turnos?
ResponderEliminarSí, ante cualquier duda, lean primero la entrada que dice INFORMACiÓN IMPORTANTE porque esto se explica allí.
EliminarHola no entendí el punto 2 "el narrador " tengo que hacer otro cuento en primera persona?
ResponderEliminarHola Sofía!! Lo que tenés que hacer es sacar un ejemplo del cuento del narrador en 1era persona protagonista. Saludos
EliminarSe puede responder en lapis ?
ResponderEliminarSe puede resolver en lápiz. Pero los títulos y actividades, copialas en lapicera.
EliminarMe podrían explicar la consigna 4?
ResponderEliminarCONSIGNA 4
EliminarDeterminar:
El espacio: lugar de la acción
El tiempo: pasado, presente, futuro.
Con un fragmento copiado del texto
Lo que tenés que hacer es indicar, escribir o determinar el ESPACIO (dónde ocurren los hechos), TIEMPO ( cuándo suceden) y para eso, copiar una parte del cuento Amigos por el viento en el que se den estos datos. Espero que así lo puedas hacer.
Hola cuando se tiene que entregar la tarea?
ResponderEliminarHola, no tiene classroom de 3c?
ResponderEliminarhola ,Como tengo que hacer Para entregar Los trabajos? Xq no tengo classroom y no puedo descargarlo.
EliminarHola! Las tareas tenían como fecha de entrega el 31 de marzo. Después de esa fecha, al continuar el aislamiento se designaran otras actividades.
EliminarBuenas tardes .
ResponderEliminarUna consulta, el curso 3°C tiene Classromm..?